La mayoría de las asociaciones se dedican a dar limosnas de lo que les sobra o ser solidarios aportando una pequeña parte de sus ingresos. La mayoría ejerce la caridad para acallar su conciencia. Son conscientes de que son unos privilegiados en la sociedad, y dando una pequeña parte de lo que no necesitan, se fabrican una imagen social de personas comprometidas y solidarias.
Yo pienso que la verdadera solidaridad es dar de lo que falta, de lo que escasea, de lo que no hay suficiente, de lo que es imposible de conseguir. Lo que se puede pagar con un dinero que no se necesita no tiene valor a nivel humano. El máximo nivel en solidaridad y desprendimiento en favor de los demás es renunciar a algo muy escaso a lo que se tiene derecho, para cederlo a alguien al que se considera más necesitado.
Propongo crear una asociación, a ser posible registrada oficialmente y con un carné de socio que se pueda presentar a las autoridades, para agrupar a todas aquellas personas dispuestas a renunciar a cosas que les podrían salvar la vida, para cederlas a personas que crean estar más necesitadas de esos productos. Será la primera asociación que antepone la vida del prójimo a la propia vida de los socios.
Los donantes de sangre o donantes de órganos benefician al prójimo, pero no arriesgan su propia vida en sus donaciones. Los socios de la organización que estoy proponiendo pondrán siempre su vida en riesgo mientras quede un sólo individuo necesitado, sin discriminación de color, sexo, nacionalidad o raza.
En el carné de socio, que intentaremos que sea reconocido por las autoridades sanitarias, expondrá claramente que, mientras cualquier ser vivo reclame o esté interesado por cualquier tratamiento médico o sanitario, el portador del carné de la asociación le cederá su turno, su derecho a recibir cualquier tratamiento, o el reparto de cualquier medicamento del que no se pueda fabricar suficiente debido a pandemias o desastres naturales.
Para que quede clara la humanidad de los socios más allá de su deber cívico, voy a poner unos ejemplos:
Mientras haya un ser vivo en el planeta que quiera inyectarse cualquier vacuna, cuya producción sea insuficiente, el socio de este humanitario club cederá la suya, aunque él mismo sea considerado como grupo de riesgo. Los socios que ostenten el honor de pertenecer a esta asociación, serán los últimos del planeta Tierra en ser vacunados.
El mismo orden se establecerá a la hora de aplicar cualquier tratamiento curativo o paliativo. Los socios siempre se quedarán los últimos.
También serán los últimos a la hora de ingresar en hospitales saturados, o de ocupar una cama en la UCI. Siempre cederán su turno a alguien que crea estar necesitado de esas atenciones.
Me gustaría que tanto el nombre de la asociación como su forma jurídica se debatiera en los comentarios, para que pudieran aconsejar personas mucho más informadas que yo en estas lides.
A la espera de otras propuestas, sugiero el nombre de APPLE. (Asociación Para la Protección de Los Enfermos). Si alguien propone alguno que guste más, yo votaré a favor del otro nombre.
También quiero debatir si, a nivel legal, puede ser mejor fundar una asociación o una religión. Se trata de adoptar la mejor forma jurídica que nos garantice el pleno cumplimiento de los estatutos sin que pueda haber injerencias externas al grupo.
La propuesta la hago seriamente y espero que se sumen muchos socios desprendidos y comprometidos, a ser posible que razonen en segundo grado, para no tener que dar explicaciones obvias.
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