He tenido que escribir la segunda parte del mayor cuento chino de la historia, debido a que en la primera parte hay 600 comentarios y la página se ralentiza. La primera parte: El cuento chino del virus chino
Aprovecho para comentar este artículo del País que me ha copiado esta mañana un lector.
Los que nacimos en la primera mitad del siglo XX sabemos que los periódicos oficiales del Régimen hay que saberlos interpretar. Hay que fijarse más en lo que omiten que en lo que dicen. Lo mismo ocurría con el Pravda en tiempos de la Unión Soviética o el NODO con el Generalísimo.
El problema es que la gente ya no lee y en todos los canales de televisión dicen lo mismo. Todos se dedican a difundir el timo que esté de moda con la mayor desfachatez. Yo los comprendo, nadie muerde la mano que le da de comer.
El artículo del País se dedica a crear el pánico poniendo un gráfico que dice que está muriendo mucha más gente de la habitual. Aquí lo pongo, con el enlace para entrar a la página.
Este gráfico está actualizado hasta el 7 de abril, y vemos que a finales de marzo se produjo un pico de muertos que superó los 2.100 diarios.
Yo que soy muy curioso, pongo el mismo gráfico actualizado hasta el 1 de abril y veo que el pico de muertos de finales de marzo no supera los 1.700
Aquí pongo el gráfico y el enlace para ir a la página.
Pero al poner el gráfico actualizado hasta el 16 de marzo sale una cifra de 900 muertos que en los gráficos siguientes ha sido eliminada.
Aquí pongo el gráfico y el enlace para ir a la página.
El ver incoherencias tan grandes en los 3 gráficos de la misma web y con tan pocos días de diferencia, me ha recordado la famosa frase: hay pequeñas mentiras, grandes mentiras y estadísticas.
Cuando tengamos datos fiables del Instituto Nacional de Estadística me comprometo a escribir un artículo titulado “El virus que salvó miles de vidas”.
Pero, hasta admitiendo que durante 15 días hubieran muerto 500 personas más al día de las habituales (cosa poco probable), seguiría siendo una excusa absurda para parar el mundo y darle la puntilla a la economía mundial que ya estaba quebrada. La destrucción del tejido productivo que va a ocurrir debido a las drásticas medidas de un Gobierno con menos luces que un vespino, va a firmar la sentencia de muerte de este país. Sin ese tiro de gracia hubiera sido muy difícil recuperarse de la situación de quiebra actual, pero ahora no nos salva ni un milagro.
Hablando de milagros, va el Papa y dice lo siguiente: Pope Francis: Pandemic Could Be ‘Nature’s Revenge’ For Ignoring Climate Change
Parece ser que el Vicario de Cristo en la Tierra ha cambiado de oficio y se ha hecho mayordomo de los amos. Y el primer encargo que le han dado es que haga un publirreportaje sobre los dos últimos timos que están de moda: el calientacuento y el timovirus.
Debería ser más cauto y no engañar a sus mil millones de seguidores dando credibilidad a dos timos diferentes en una sola frase. Aunque tampoco se puede esperar demasiado del jefe de una religión que venera el Santo Prepucio como una de sus reliquias.
Cada vez es más difícil separar la ciencia de la religión. La ciencia actual pretende que creamos que un virus puede contagiar a personas sanas como dogma de fe, sin ninguna evidencia científica que lo respalde. Y la religión refuerza ese fraude científico aprovechando que su clientela tiene grabado en su subconsciente el principio de autoridad, conocido en este caso como «La infalibilidad del Papa». Dios los cría y ellos se juntan.
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